Charlar

Los medios, que demencia los medios de comunicación. Fijate como hacen lo que quieren, como mierda hacen para que vos hables en tu día a día de lo que ellos transmiten. Al final hay que pensar que todo el mundo es conventillero. Claro, lo que pasa es que hay conventilleros finos n’cool-los que te hablan de los acontecimientos científicos que pasan en el discovery, de moda, de VH1,etc. -, conventilleros de traje-los que hablan del índice down jones y todo eso- y conventilleros choripan a 4 salsas-los que hablan de intrusos, telenovelas, otras porquerías centroamericanas y Tinelli-. Estos últimos, por lo general, emanan muchísimo aliento a conejo. Pero ojo y oreja, como todo en la vida hay matices y muchos mezclan las tres áreas, aunque los del Down jones son los más copados y se mueven casi siempre en el mismo sector.

No importa acá todo eso igual. Yo me quiero referir en realidad a que hoy es once de setiembre. Y por qué mierda me tengo que acordar del once de setiembre y que volaron unas torres. Tendría que haber sólo una razón para acordarse, o dos. Una, si se te murió algún familiar y la otra porque es muy loco que un avión se de contra un edificio. Pero no, no alcanza eso. Nos acordamos porque nos martillaron las pelotas. Porque estaba en plena clase y salí a verlo a la adscripción del liceo. ¡Se cayeron las torres gemelas! Andá gil decía todo el mundo. Cállese, no sea pavo -decían los profes al pobre adscripto-. No da gracia. En serio pelotudos, gritaba el pobre hombre peleando con la clase, vengan a ver. Esa situación se repitió en todo el mundo, en distintos idiomas, todo al mismo tiempo. I can’t believe it, non ci credo, é imposible cara, nao acredito, cette impossible, wünfang imposiblen, 漢字簡化 /汉字简化, hànzì jiǎnhuà, etc. Mucha gente viendo el atentado, preocupada, anonadada, algunos llorando, nunca estuvimos tan enganchados con el informativo.

Y ahora qué? Qué mierda pasó con tirar edificios con un avión. Nunca más? Y tirar aviones con un edificio, así tipo como más artístico. No, no más, n-a-d-a, niente, ya fue el once de setiembre y toda su perolata. Falta una película y listo. ¿O ya hubo?, no sé, debe de haber, yo no la vi. Igual nunca digas nunca, son las doce del medio día. Ojalá que no pase nada, no quiero ser pájaro de mal agüero. ¿Los pasajes a Nueva York saldrán más baratos hoy? Pero Bin Laden tampoco está. Donde mierda estás Bin, ¿apareces o no? Qué hijo de puta, como se la jugó de callado. Debe de estar en otro planeta, lleno de guita que no puede usar. Con una máscara de oxígeno en una cueva en Marte para que no lo vea algún enano chupa tierra de la NASA, de esos que patrullan los planetas. Esperando a que Bush deje la presidencia para irse juntos de literal Luna de miel a algún lado re top, de los que no hay gravedad, para pasarse bien pasado a Newton por las pelotas.

Y si acá chocan un edificio, ¿se armaría tanto quilombo mundial? Si un borracho de avión, de los fanáticos de las 50ml, se acuerda del atentado hoy, toma la cabina y se hace mierda contra el Salvo y destruye todo, incluido Alexander. O si se da contra el Montevideo shopping y arruina a los emos que están afuera del mcdonald’s? No, qué esperanza! Por supuesto que no va a haber tanto quilombo, aunque mueran mil personas más. El tema son los medios, pensá Parodi, pensá. El canal cuatro no debe de tener suficiente rollo como para hacer una cobertura de 24 hs. Ni hablar de tres meses filmando escombros como hizo CNN.

Al final los medios y la guita manejan la importancia de las cosas. Por eso sabemos más de asuntos internacionales que nacionales. Está clarísimo. La gente que tiene direct tv podría hacerse ciudadano argentino por mensaje de texto, así no más. Tienen como 30 canales de noticias de argentina, del campo, de futbol, de animales argentinos, de cocina argentina, de yoghurts argentinos, de chimento argentino, todo argentino. La gente con cable no está tan lejos, aunque el cable conserva el canal 6 o el 8, pseudónimos de los señoritos 4 y 12 respectivamente. “Antes no se hablaba así, los muchachos respetaban más, ahora con esa guarangada de Tinelli los jóvenes dicen cualquier disparate”. La vieja chota que siempre sale con lo mismo, en parte tiene razón, de algún lado se aprende, y la tele es un gran profesor sabe señora. Desde que miro tele sé insultar mucho mejor, gano por knock out en todas mis discusiones por haber conocido dos personitas tan ordinarias como Corona y Yayo. Chuponeé más temprano que usted gracias a Montaña Rusa y Verano Eterno. No es bueno decirle esto a las señoras mayores promedio, se ponen pálidas y les brota una sensación de odio y vergüenza, una cagada. Pero hay otras viejitas más buena onda que se ríen del desfasaje generacional y lo toman como algo natural. Ese es el tipo de abuelas que precisamos.

Volvamos a tratar de darle sentido a esta narración media incoherente. Si vamos un poco más al fondo, podríamos llegar a pensar que la falta de medios de comunicación nacionales en Uruguay, hace que no seamos muy patriotas. Puede ser una de las variables, nunca es una sola. Por eso está lleno de uruguayos por todo el mundo que se la tiran de italianos o españoles. Mienten la nacionalidad. Sobre todo para el flirteo, ¡qué paradoja!, garchar, garchando a tu país. Ahora bien, para algunos esa es una buena causa, es un atenuante a la hora de ser enjuiciado en el cielo por el dios Artigas. Anda a encontrar un argentino afuera que no te salpique la cara con baba cuando le preguntás de donde es. Al diablo con uruguayo -dicen muchos-, prefieren ser apátridas, lacras que se desplazan por el mundo con la nacionalidad yuta que predica Manu Chao. Ciudadano del mundo, esa no te la creo Manu. Deja, te la das de hippie con la ropa de Mujica pero te encanta el metal. Me contaron que te fascinan los Sheraton y las prostiputas de catalogo. El Manu, terrible bandido.

Yo no soy nacionalista, pero yo no importo, tengo cuenta libre para hablar porque soy redactor de este espacio. Además mi padre es español y me enseño desde chico a faltarle un poco el respeto a Uruguay. Hay que quererlo a Uru, es un loco bien, soretongo con los salarios y las propuestas para divertirse pero ta, todos tenemos nuestras cosas. Hay que agarrar a los millares de estudiantes de comunicación y a los que que estudiaron eso pero trabajan en un Abitab y ponerlos a explotar los medios, no sé, darles más oportunidad en la tele. No pueden estar siempre los mismos aburridos hablando de fútbol. A veces es mejor ver unos boludos de acá, y ni hablar si encaran, que unos que son de otro lado. Está bueno reconocer las baldosas de Montevideo en un programa o en una película.