tiki tiki - tiki tiki

Se sabe que Carrasco está ganando que da asco. No obstante, también sabemos que está medicado con algún tipo de medicina exótica que le calma la arrogancia. Un Arrogol, un Soberbiol, algo que lo hace mostrarse más sereno a la hora de aparecer en cámara. Pero uno no puede vivir toda la vida drogado. Kurt Cocain nos lo demostró. Entonces, un día de estos, va enloquecer de nuevo.

Sin duda va a volver a ser El Pedante histriónico que todos conocemos. Ahora bien, ésta vez no podemos estar desprevenidos ante el contragolpe Carrasquense. Debemos sorprenderlo, descolocarlo con algo que lo deje en jaque. El método más eficiente puede ser burlarse de su mandíbula.

Por eso este mensaje es muy importante para Uruguay. Más importante aún para aquellos que trabajan en los medios, esos dicharacheros periodistas deportivos que tan mal nos representan en un televisor. Pernigoti invita a Diego Jokas, Diego Monroy y su séquito de pacatos comentaristas a que cuando Juan Ramón Carrasco comience a coparse durante una entrevista, observen su abultado maxilar.

Hay que hacerlo disimuladamente pero con constancia. Probablemente la víctima se tocará las mejillas creyendo que tiene mugre o algún resto de comida. Aprovechando su vulnerabilidad debemos enterrarle el anzuelo, con mucha sutileza, CONTROLANDO LA RISA (señor Choto Romano). Sutilmente se deben inflar los pómulos tratando de imitar al emblemático personaje del Chavo del 8, Kiko. Es menester seguir el curso normal de la conversación. No podemos caer en el horror de la risa o el horror de cambiar el rumbo de la nota hacia lo absurdo, lo banal o la burla superficial. La seriedad con que se concrete esta mímica será la clave del éxito.

Eso es lo que deben hacer los periodistas. Pero el ciudadano común, el vecino, la vecina, se preguntará "qué puedo hacer yo para contribuir con este plan para abolir de una vez por todas la soberbia en el fútbol". La respuesta es que hay mucho para hacer. Entendemos que simplemente con utilizar merchandising con la cara de El Pedante, modificada para que quede más similar a Kiko, estaríamos contribuyendo enormemente con la causa. Además, sería muy oportuno que se masifique el chascarrillo de hinchar las mejillas como Kiko y repetir varias veces "tiki tiki - tiki tiki".

Tenemos fe en que este va a ser un buen antídoto contra la arrogancia de El Pedante. Sin embargo, existe también la posibilidad de que se transforme en un arma de doble filo. Me refiero a que si todo el país comienza a burlarse de él, podría llegar a enloquecer y hacer las cosas más delirantes que se hayan visto en un campo de fútbol. Basta ehcar a volar la imaginación para vislumbrar las atrocidades que un hombre de este talante, cargado de ira, es capaz de realizar.