El Nuevo Terror de Robespierre

En medio de un conflicto entre el campo y el gobierno central de Buenos Aires, aparece una de las más divertidas crisis que ha sufrido la Argentina en los últimos tiempos. El quilombo se desata cuando las autoridades Kirchnereanas toman medidas que establecen durísimas reformas impositivas para el sector agrario. Impuestos exorbitantes que gravan las exportaciones de granos.

El campo a través de la Federación Agraria (FAA) se manifiesta reticente a cumplir con esas despiadadas imposiciones fiscales. Utilizando como caballito de Troya su calidad de proveedores de alimentos y generadores de las mayores divisas del país, mandan a Cristina Kirchner y su gabinete de reptiles corruptos a la reconcha de la lora. Cortan el abastecimiento de productos agropecuarios a Buenos Aires y algunas provincias. Se juntan en la granja de Alfredo de Angelis y deciden que si el gobierno no suspende las medidas, ellos no van a ceder con el corte de alimentos. De esta manera ponen en Jaque a un gobierno depravado, liderado por una señora peronista de edad madura que emite discursos violentos y vomita odio.

El Tercer Estado, conmocionado, no sabe cómo reaccionar ante tan brutal conflicto. Se dividen entre los que apoyan a la capital y los que apoyan a los productores agropecuarios. La población desabastecida en la capital irrumpe en actos de violencia generalizada. Los Piqueteros y los modernos Sans Culottes destruyen todo lo que tienen a su paso y elevan su inmoralidad a un nivel superior.

Dirigidos por un obeso pardo de corte Peronista, comienzan a colocar barras de clavos en los puntos de mayor densidad de tráfico de la ciudad de Buenos Aires. Provocan brutales accidentes de tránsito. Entran en las escuelas con motosierras Husquvarna, fabricadas en Suecia. Cortan las extremidades de los niños más tiernos para luego comerlas en los comedores de los distintos centros educativos. El periodismo registra todo. Prensa violeta, amarilla, púrpura, fucsia, que disfruta del caos.

Los periodistas se excitan con la abundancia de violencia. Algunos solicitan ser inmolados en cámara. En honor a Cabezas, Ricardo Suárez de 36 años, notero de Crónica y padre de 3 hijos, pide que le corten la cabeza con una motosierra Husquvarna, en un acto que fue televisado a millones de argentinos.

El oscuro carnaval continúa, el Terror Neorobespierreano no cesa. Hay más actos de inmoralidad irracional. Las abuelas de plaza de mayo mantienen comunicación vía internet con “Ataque Napalm”, un movimiento punk-neonazi de Noruega. Dicho movimiento se sintió identificado con la agresividad de las argentas y por eso deciden entablar negociaciones directas para el tráfico de armas. Las condiciones de negociación fueron muy claras: las abuelas argentinas (depravadas por naturaleza) debían filmar porno Mature-Bizarre a cambio de armas bacteriológicas y artillería de última tecnología.

Con esto las ancianas logran organizarse y salir a la plaza de Mayo a pedir pan y libertad. Reivindican el fascismo italiano, desarrollando un plan de limpieza étnico-clasista. Cocinan grandes ollas populares. Los menús consistían en guiso de lentejas con Ántrax. Reparten las porciones entre los más necesitados de la ciudad. Aniquilan a los desposeídos y a los inmigrantes con el armamento bacteriológico noruego. Matan travestis, calcinan a los homosexuales, crían perros Pitbull y violan niños.

La situación empeora. Un grupo de indigentes drogadictos menores de 18 años se revelan y se desata la llamada “Guerra de las Generaciones”. La primera edad se mide con la tercera edad. Una verdadera guerra de estúpidez donde los combatientes se olvidan de las armas, de matar al otro y cuando termina ninguno sabe por qué empezó.

La insurrección finaliza el 14 de Julio con la toma del zoológico municipal. Las pocas abuelas e imberbes que sobreviven resuelven sus diferencias y conforman una alianza que tendrá como objetivo la cooperación para irrumpir en el zoológico de BsAs y arrasar con los animales. Comienzan a vender carne de Mono, Puma, Panda, entre otras especies únicas en el mundo. Los ciudadanos, cegados por la falta de alimentos, festejan el motín que les proporcionará carne fresca durante algunos días. Frente a esta locura tiemblan los emblemas de Greenpeace: Julian Weich, Natalia Oreiro y Raka. Ellos van a intentar detener la masacre ecológica, pero será muy tarde.

Las abuelas envían como señuelo al barco Rainbow Warrior, un video con el secuestro del Gorila Blanco. Julian Weich no puede soportar sus impulsos de bondad genética y decide lanzarse al rescate junto con Natalia Oreiro. En el camino son detenidos por una barra de clavos soltada por un grupo de piqueteros que rápidamente los reducen y los cortan en cubitos con una motosierra (Husquvarna).

Al mismo tiempo que sucede este delirio atroz, ocurren hechos de capital importancia. La presidenta entra en un conflicto emocional por causa de la menopausia y decide bombardear el campo. Ordena a las Fuerzas Armadas invadir las provincias agrícolas. Los militares, contentos con la decisión de la presidenta, ingresan a las provincias de Córdoba, Gualeguaychu y Entre Ríos para destruir todo lo que encuentran a su paso. Matan hombres y violan mujeres indiscriminadamente. Bombardean los asilos, incendian iglesias, decapitan a los gobernadores y destruyen las alcaldías.

Todo sucede muy rápido. Inesperadamente, luego de un fin de semana de relax, la presidenta vuelve a menstruar y le regresa la vida al cuerpo. Enotnces decide cambiar el rumbo de su política doméstica. Ahora, en una etapa más radiante, comienza a hacerse cirugías estéticas hasta que se va de mambo y termina pareciéndose a Carlos Menem. Nuevamente, todo se vuelve a impregnar de olor a mierda.

Sufre de una grave esquizofrenia iniciada por las cirugías y agravada por mirarse al espejo después de tomar tequila y fumar porro. El rumbo de su política se dirige principalmente al intercambio de armas, órganos y drogas con el Oriente Medio. Funda el periódico "Cromañón", donde escribe relatos humorísticos acerca del atentado a la AMIA. Sigue haciendo caso omiso a los reclamos de la Federación Agraria Argentina. Envía a un sicario a reducir al ruralista Alfredo De Angelis. No lo consigue, y en su defecto, se sucede un episodio vergonzoso dónde las cámaras televisivas realizan abominables primeros planos del peludo vientre del dirigente. Acto seguido, la prensa internacional declara a la Argentina país enemigo de la democracia. La presidenta explota en cólera y enloquece completamente. Mata a su esposo Néstor Kirchner, se corta el pelo como Britney Spears cuando vacionaba en Valizas y finalmente, luego de hacer el amor con D'Elia, se casan y toman el poder del país.

Juntos disuelven el parlamento y gobiernan con decretos a piacere. Se declaran emperadores de las Provincias Unidas del Rio de la plata, reavivando las cenizas del nacionalismo independentista decimonónico. Apelan al populismo feroz tomando como medidas primordiales los impuestos Robin Hood y la propaganda política anticapitalista. Persiguen a las clases altas, a los intelectuales y a cualquiera que se manifieste contrario al régimen.

Invaden Uruguay y cuelgan a Tabaré Vázquez en la plaza Independencia de la ciudad de Montevideo. Ofrecen como trofeo la cabeza del mandatario a Diego Maradona. Instauran un gobierno marioneta en Uruguay con Maradona al frente. Finalmente, conforman su "espacio vital" y D'Elía manifiesta, en un libro que contiene las principales ideologías del régimen y sus recetas de cocina favoritas, que el imperio Argentino durará más de mil años.

A los pocos meses, cuando tenían en marcha su expansión a nivel regional, son invadidos por una ofensiva militar estadounidense-brasileña que los detiene sin mayores complicaciones. Los libertadores vuelven a instaurar el régimen democrático. Cuando las fuerzas Norteamericanas están ingresando a Buenos Aires, Cristina y D'Elía entienden que ya no hay vuelta atrás y deciden suicidarse, cogiendo con un preservativo envenenado, realizando un acto de amor político que quedará para la historia.