Curiosidades del Parlamento

A: Hola…estás?

B: Hola que hacés, tudo bom?

A: Sim, eu acho que sim. Te puedo hablar en español no?

B: Totalemechi

A: Decime, tenés un minuto

B: Pa no, de veras que no, me estoy yendo ahora

A: Bueno…cuando es la mejor hora para llamarte?, tengo algo para contarte

B: Y…más tarde, tipo a las 11

A: Bien, entonces hablamos después

11 horas…

A: Bo, podés hablar ahora

B: Si

A: Te tenía que contar algo salaberri.

B: Qué?

A: Bueno algo medio complicado, no es de política pero puede tener repercusiones. Me recalenté contigo hoy en la asamblea del partido

B: Por?

A: Porque si. Te tiraste un pedo y me echaste la culpa. Eso no se hace, es una cagada. Además somos gente de traje, no podemos dejar la imagen de que nos tiramos pedos, menos en el parlamento.

B: Ah, ah, ah, el señorito se enoja porque descubrieron que se caga parado. Báncatela viejo, hace más de un año que te saco la ficha de que te tiras pedos cuando discutís o te pones nervioso. Y si, que se yo, ayer no te tiraste uno, pero me vinieron unas ganas imponentes de que quedaras al descubierto. De que se enteraran que el del olor a caca sos vos. Te digo más, no puedo soportar que la gente te quiera y que los saludes a todos con esa cara de buen tipo, cuando en realidad sos vos el que llena los posa brazos de mocos en el cámara de senadores. Sos vos el que ralla los bancos con guarangadas del estilo “Tabaré gei”. Sos vos el que pone sal en el azucarero y hace enojar a todo el mundo que se quiere tomar un café en paz. Y sos vos también, el que pone cera de oído en los vasos de agua. Lo peor es que te vi un montón de veces, te vi en pleno acto sacándote la cera con el lóbulo de la oreja (porque lo tenés separado); y una vez que queda depositada en tu grasosa oreja, la retiras con el dedo índice, la acaricias con el pulgar hasta formar una perfecta circunferencia, y sólamente ahí, cuando descubrís que nadie te está mirando, la introducís en el vaso de un político para esbozar una sonrisa que únicamente transmite dos cosas: vicio y corrupción.

A: Waw, hiciste catarsis. Poeta del despotrique. Cagón, ahora largas todo. Todo este tiempo tenías toda esa mierda adentro y no pudiste llamar a la barométrica antes. Sos un hijo de puta, y te voy a tener que liquidar, sabés demasiado. Eso, sos un hijo de puta que sabe demasiado. Creí que nadie podía interferir con mis divertimentos en el palacio legislativo. Y si, me descubriste. Me aburre la política y entonces trato de ponerle un poco de pimienta a mi día haciendo esas maldades. Pero ojito y orejota, Maldades sanas. No como vos, que nunca vas a llegar a nada y por eso te dedicas a serrucharle el sopi a los demás. Te digo algo, a mi no me vas a serruchar nada, yo si te tengo que liquidar, te liquido, te tiro con tu familia, con los chanchos.

B: De que te quejas, hipócrita. Hace tres días que vengo comiendo en los mejores restaurantes de Montevideo. Sabes lo que vale ese aire con partículas de caca? No tenés idea, a vos te venden jamón por mortadela de pollo, ignorante. Te estás pasando, no puedo creer que me llames para quejarte por esa bobada, y que encima me amenaces. Qué te pasa, estás drogado?

A: Si, estoy drogado. Pero eso no te importa. Yo te estoy hablando de otra cosa. Quiero que le digas a Mujica que no fui yo, que yo no me lo tiré. Está reenojado conmigo, me dijo que si sigo así no lo voy a poder acompañar en su candidatura. Y yo estoy por convertirme en su mano derecha, sabés lo que es eso, ¿o no?, claro que no, si sos un alcahuete rídiculo que vas a pasar toda tu vida levantando manos en el parlamento, copiando lo que votan tus compañeros.

B: Para con la diarrea verbal, ¿podés? para un poquito de sacar la corneta esa. Además obvio que sé lo que significa para vos ascender en política. Si sos un travestí ideológico, un degenerado mental que lo único que le importa es escalar en el poder para poder pegar sus excrementos a gente cada vez más importante. Te voy a aclara algo ya, no se insulta más, no se dicen cosas chanchas, no se hace enojar. Me entendiste?, no quiero tener que agarrar el auto e ir a pegarte a la pocilga asquerosa donde sobrevivís. Además, lo del pedo quedó en duda, todo el mundo sabe que mis pedos huelen bien. Es obvio que no se esperan de vos un pedo con rico dorje. De vos se esperarían guano de paloma que come en 18 de julio y Fernández Crespo. Caquita tóxica, eructos con Hantavirus. Nunca a vas poder tener secreciones corporales como las mías. Lo mío es arte, lo tuyo es pena.

A: Uhhh, bueno, bueno, mirá, a mi me importa un carajo todo el paquete de boludeses que podés decir. Yo sólo te voy a decir una cosa, quiero que te retractes y que digas en la próxima asamblea que yo no me tire ese pedo. ¿Entendiste?

B: Ja, ni loco voy a hacer eso. Sos una vergüenza gordo. Me haces acordar a mi tía que te dice “clítoris” en vez de whisky cuando le estas sacando una foto familiar y está media tocada. Te lo voy a dejar clarito. No voy a hacer nada de nada. Báncatela, hacele una japa a Mujica si tanto queres ser su mano derecha. Yo no pienso ayudarte a nada. No me vas a intimidar con ese lenguajesito caustico, me chupa un huevo tu ira y tu indignación. Es hora de que la gente sepa que por tener cara redonda y cuerpo de Pera no sos un buen tipo. Estoy harto de que todo el mundo piense que los gorditos son buenitos, así con el diminutivo, porque si son bajitos hasta los consideran mejores personas. Basta ya, es hora de que se sepa la verdad.

A: No puedo creer que seas tan basura. Espero que si algún día, te queda un poco de humanidad en tu estúpida vida, te acuerdes de esto y te duela. Porque culpar a alguien por un pedo no lanzado es una inconsciencia que puede salir carísima. Te juro que la vida te la va a cobrar. No vas a seguir por ahí lo más campante escupiendo, o meando, o haciendo más cerdadas en los vasos de gente importante. No quiero seguir más con esta discusión bizantina que no nos va a llevar a ningún lado. Chau, espero que recapacites y cambies, sabes lo que tenés que hacer.

B: Chupame la pija, salamongo…