Sopa de chumbos

Hace ya algunos meses, Juan Carlos Scelza publicó un libro. En cuanto al autor, sabemos que es muy aburrido comentando en vivo y en directo un juego que, paradójicamente, es muy emotivo. Sospechamos sin temor a equivocarnos que este libro es un infierno. No nos engaña la palabra interactivo. También sabemos que debe ser un sinfín de oraciones interminables, repletas de sinónimos anticuados. Un descuido constante del punto. Un abuso desenfrenado de las conjunciones y las comas, que puede llevar a una perniciosa pérdida de oxígeno del lector. Incluso a la parálisis cerebral.

Mil disculpas Juan Carlos, pero es imposible pensar que alguien en su sano juicio pueda terminar este libro. Digo terminar, porque mentiría si te dijera que no lo vicharía. Igual que cuando te escucho comentando esos partidos que nos transmiten por una pantalla opaca y amarilla. De todos modos, a veces pienso que en el fondo, muy por detrás de esa sobriedad, hay una persona de carne y hueso que se quiere divertir.

Te imagino siendo arrojado al piso. Feliz y nervioso, como cuando empujaron a Benedetto los jugadores de Boca. Yo sé que podes llegar a ser así. Lo identifiqué la primera vez que te vi con esos audífonos grandotes que tan bien te quedan. Me hiciste a acordar a Mickey Mouse y me reí. Me reí bastante para ser sincero. Vos y tu compañero Rodrigo Romano. Los dos volando por el espacio sideral en una nave que deja atrás el estadio centenario con las luces encendidas y se dirige a un nuevo planeta. Un planeta con aspecto de pelota gigante. Algo así como los mundos de Yupi protagonizado por vos y tu amigo favorito. Ideal para la presentación de Pasión.

Sin embargo, tu problema es en buena medida, el prejuicio, la mochila. Sos un tipo que nació de traje. Pero sos de los que después de un par de whiskies se ponen la corbata en la cabeza y bailan como aves en celo. Por eso estoy seguro que atrás del maniquí de Harrington hay un niño que alguna vez se divirtió con una pelota de cuero. No te olvides de esos tiempos Juan. El futbol es un juego, el futbol es tu vida. Sé coherente entonces, sacate el traje y dejate la barba.